¿Están los compradores en línea demasiado abrumados ya por una sucesión interminable de listas de contraseñas, claves y tarjetas de crédito? Si es así, es posible que haya una solución a la vista; una solución que nos remonta a los fundamentos de la biología humana.
Ya las compañías están comenzando a hacer uso de la tecnología de identificación biométrica como el escaneo de huella digital y el reconocimiento facial. Según Juniper Research (Enlace a sitio en inglés), para el año 2019 se descargarán anualmente 770 millones de apps de autenticación biométrica. Con esta tecnología nos llega no solamente algo conveniente, sino también una forma nueva y estimulante de seguridad y verificación de identidad.
Juniper le acredita este crecimiento al aumento del hardware de identificación por toque en los teléfonos móviles, además de a la conexión del hardware y la tokenización de los pagos basados en NFC con el comercio móvil. La transición a la tecnología de verificación de huella digital promete simplificar la experiencia del cliente.
Esta nueva tecnología también nos presenta nuevos desafíos en cuanto a la adopción por parte de los usuarios. Habrá un proceso de educación y una progresión que requerirá aumentar la confianza del consumidor, y es posible que a los compradores les preocupe la forma en que las marcas utilizarán su información personal, por ejemplo. Educar al consumidor será un elemento crucial para ayudarle a entender los beneficios de los pagos con dispositivos móviles.
A pesar de posibles obstáculos, el futuro se ve prometedor. Los analistas expertos en seguridad señalan que a medida que más apps entren en el mercado, las tecnologías de escaneo de huella digital mejorarán y aún más métodos biométricos se harán prevalecientes. Es posible que pronto las contraseñas se vuelvan obsoletas.